miércoles, 16 de noviembre de 2011

IR JUNTO AL MAR



Ella anhelaba
ir junto al mar.
Entre ladrillos
 y frío metal
era improbable
 poder soñar.
Ella pedía olas de plata
 y blandas arenas que besar,
 quería una luna nacarada
 y oír a las gaviotas graznar.
Hastiada de soledades,
saciada de vacíos,
 se descalzó, liberándose
de sus altos tacones
y desató el lazo
de sus trenzas.
 Emprendió su ruta
bajo las estrellas
sobre las ligeras alas del viento.
- ¡Corramos! - dijo la primavera.
 Ya huele el aire a salitre,
 ya se oyen las olas estallar,
ya el añil del cielo
 se fusiona
con el turquesa del mar.

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