domingo, 22 de mayo de 2011

TIEMPO DE GRITAR Y DE LUCHAR


Muerde con los dientes.
Que los pájaros recorran
la cima del mar.
Que ares la tierra
como los bueyes.
Que tus alas se abran
blancas de sal.
Que hay que levantar
esta prole herida en tierra,
tierra blanca de sol y cal.
Que toda el agua corra indomable
abandonando el reguero y el brazal.
Ahora no sólo es el tiempo de gritar.
No amordacéis las bocas
ni coloquéis un bozal.
Querías que tus golondrinas
aprendieran a volar.
Generaciones unidas
por un nido en la rama
y un mendrugo de pan.
No cortaréis las manos
que un nuevo jardín
han de cultivar.
Mostrad como arden
las plumas blancas
con el sol que asoma
inundando las
hojas verdes 
en el limonar.

CREÍAMOS



Creíamos que tras los actos vandálicos
nos uniría la solidaridad en los corazones,
pero seguimos divididos,
a pesar de ahogarnos tantos dolores,
de sentirnos tan perdidos
en un mundo acelerado
por una carrera hacia la cumbre 
o hacia un profundo abismo,
por una escalera equivocada.
Seguimos con los puños cerrados;
escogidas las espinas
frente a la suavidad de los pétalos.
Bebida la copa del odio
en vez del brindis del encuentro.
Nos han injertado tantos miedos
en la mente y en el cuerpo
que ya dudo si soy libre o  esclavo.
Ante tanta matanza
me pregunto cuánto vale
la vida de un hombre.

Perdida la luz de la mirada,
el amor se ha sustituido
por el odio y por el miedo.
Creí que las grandes tragedias
nos harían fuertes y solidarios.
Me pregunto cuánto vale la vida de un hombre.
Creíamos que teníamos todo el cielo
para volar como un águila,
pero nos han metido tanto miedo.
Busco la luz de una estrella en tus ojos,
esa luz que sea el faro de mis noches.
Creíamos que tanta muerte
uniría los corazones.

lunes, 9 de mayo de 2011

VIAJE

VIAJE (PRIMERA PARTE) 
En el Observatorio Astronómico 
de La Murta 
giramos, giramos 
para emprender juntos 
un viaje largo. 
Mi voz se quiebra 
en el silencio de la noche. 
La cúpula metálica ruge 
con sonido sagrado. 
En la ingravidez, 
van los ojos 
al espacio inconquistado, 
con los cuerpos celestes, 
flotando 
en mundos remotos, 
en un mar de lejanías. 


DE MUROS: VIAJE (2ª parte) 
El telescopio vira 
como un navío 
en agitadas aguas 
de un profundo piélago. 
La cúpula resuena 
abriendo sus párpados 
de acero. 
La vía Láctea refulge 
en el cielo. 
Venus, en fase menguante, 
lanza destellos 
sobre la sombra 
de los pinos 
en oscuras montañas. 
Saturno, del universo la joya, 
sostiene a Titán 
en su columpio de anillos. 


DE MUROS VIAJE: (3ª parte) 
Júpiter despliega 
la constelación 
de lunas heladas. 
La estrella Polar 
guía nuestros espíritus 
nómadas. 
Galaxias, nebulosas, 
agujeros negros, 
quásares… 
Mi voz se quiebra 
en el silencio, 
en el misterio de la oscuridad 
y de la luz, 
en el misterio de la creación. 
Al filo de la eternidad, 
tú y yo, 
abrazamos a las estrellas.