sábado, 2 de noviembre de 2013

Poema dedicado a Irelfaustina Bermejo, por su amistad.

Del poemario "Ni ángel ni demonio"


En los pliegues cosidos
a tu pliel blanca de sueños,
me perdí en su trayecto
fruto vetado del amor;


hoy no encuentro el retorno,
aturdida por un tacto suave,
limpio y entregado:



por vivir tanta pasión.



(c) Mariângeles Ibernôn

Gracias, Mariángeles, por tu bondad y por tu entrega, 
por esa luz que transmites y que irradia tanto como el sol, por esa solidaridad con los que sufren, por ese entusiasmo que despliegas como un huracán que no puede pasar desapercibido. 
Gracias por cada verso que nos entregas.

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