miércoles, 23 de julio de 2014

POR LOS HUÉRFANOS DE GAZA


Un nuevo muro se levanta
en los límites de Cisjordania,
tan alto que aprisiona
nubes, viento y pájaros.
Las tumbas están abiertas, 
permanentemente acogen
 cuerpos devastados
 por la guerra.
Los huérfanos aguardan
las exequias de los difuntos
junto a la alambrada.
Un fusil apuntala
al bebé que gatea
entre los pliegues
de una túnica blanca.
En los brazos de la madre,
ajorcas de plata
recogen el resplandor
del sol asfixiante
que, sin firma de acuerdos
ni salvoconductos,
por encima de los muros
entra a Gaza.


Copyright © Irel Faustina Bermejo.

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