Nuestro destino está
manchado
con sangre de los inocentes.
Somos una generación
sin sueños ni
futuro.
La noche está
dentro de nuestros
cerebros rellenos
de plomo.
La Estrella Polar
no nos guía
en la oscuridad de las tumbas.
Estamos poseídos.
No podemos
disfrutar de la vida.
Somos los asesinos
de nuestra propia estirpe.
El diablo no
fabrica
los sueños, los
destruye.
Hay tanta confusión
en mi universo que gira tan rápido
como un carrusel en día de feria.
Nos han robado ya todos
los sueños.
La luna roja se
asoma detrás
de los rascacielos
y nos coloca
su manto negro encima de los hombros.
¡Oh, es dura esta
carga!
Sólo puedo resistir
en el fondo
de este barranco
hasta ser rescatado.
Tengo la cabeza vacía.
Soy el elegido, de
mi depende
la suerte de toda la
humanidad,
pero todos os creéis que estoy loco.
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